viernes, 10 de junio de 2016

El Libro de los Nefilim, o Libro de los Gigantes

Fragmento del Libro de los Nefilim.
Hace más de 60 años, excavaciones en las cuevas de Qumrán revelaron casi mil pergaminos antiguos que ofrecían destellos importantes del pasado de la Humanidad. Los arqueólogos estaban sorprendidos de encontrar un texto inusual entre ellos: un rollo de papel que ofrece pistas sobre la desaparición de los Nefilim. Es el «Libro de los Nefilim», o Libro de los Gigantes.

La Biblia hace varias referencias a los Nefilim, especialmente en el libro del Génesis. Más información aún encontramos en el apócrifo Libro de Enoc. Esta antigua obra religiosa judía se atribuye al bisabuelo de Noé, aunque algunos estudiosos datan partes de ella a alrededor del 300 AEC.

Enoc es un personaje desconcertante, por decir lo menos. El Génesis nos dice que vivió en la Tierra durante 365 años, antes de ser llevado por Elohim/Dios: «Él caminó con Elohim, y él ya no estaba; porque le llevó Elohim». Durante su tiempo aquí, nuestro planeta también fue habitado por los «Hijos de Elohim» que interactuaban libremente con los humanos, y eventualmente se cruzaron con las «hijas de hombre», dando a luz a una raza de híbridos anormalmente fuertes y gigantes llamados Nefilim.

El origen de la palabra Nefilim es controvertido. Se ha propuesto que significa «Los Caídos», «Los Apóstatas», o «Los Derribadores»; o quizá «Los Descendidos», «Los Que Descienden», «Los Que Descendieron»; o tal vez «Los de Orión», «Oriones» u «Orionitas», ya que Nefila es el nombre arameo de la Constelación de Orión, y Nefilim es el plural de Nefila. Independientemente del significado de su nombre (tal vez todo lo anterior junto), la palabra Nefilim siempre se ha tomado como un sinónimo para gigantes.

El Libro de los Nefilim encontrado en las cuevas de Qumrán ofrece una perspectiva diferente a la del Libro de Enoc. Aunque incompleta, los fragmentos de los rollos pintan un panorama sombrío: los Nefilim tomaron conciencia de que, como resultado de sus formas violentas y desviadas, se enfrentaban a la inminente destrucción, lo que les asustó lo suficiente como para pedir a Enoc hablar en su nombre delante de Elohim.

El texto comienza detallando cómo los Nefilim plagaron la Tierra y todo lo que vivió en ella. Pero una vez que comenzaron a recibir los sueños proféticos de la fatalidad, el miedo se filtró en sus corazones.

El primero en tener estos sueños fue Mahway, hijo de Barakel, uno de los 200 Irim (Vigilantes del Cielo) que habían engendrado a los Nefilim con las hijas de los hombres. En su sueño, vio una tablilla de arcilla con nombres escritos que se sumergía en el agua. Cuando la tablilla emergió, todos los nombres habían sido borrados, excepto tres. Esto simbolizaba el Diluvio, y la destrucción de todos, salvo los 3 hijos de Noé; pero en ese momento, este hecho no era evidente para los Nefilim, por lo que debatieron el significado del sueño de Mahway, sin éxito.

Poco después, dos gigantes más, Ohya y Hahya, los hijos de Shemihaza o Semyaza, empezaron a tener sueños similares: soñaron con un árbol siendo desarraigado, a excepción de tres de sus raíces. Tras esto, el resto de los Nefilim empezaron también a tener sueños apocalípticos. Uno de ellos dijo haber soñado con unos jardineros que regaban 200 árboles, y luego el agua y el fuego destruían todo aquel jardín.

Al darse cuenta de la naturaleza profética de sus sueños, los Nefilim buscaron la ayuda de Enoc. Por desgracia, Enoc ya había desaparecido de la faz de la Tierra, por lo que los Nefilim eligieron a Mahway para realizar un viaje cósmico con el fin de encontrarlo:
Indio Hopi de Norteamérica, imitando
a sus dioses voladores Katchina.
Mahway montó en el aire como vientos poderosos, y voló con sus manos como las águilas. [...] Dejó atrás el mundo habitado y pasó sobre la desolación, el gran desierto. [...] Enoc lo vio y lo saludó, y Mahway le dijo: «[...] Los Nefilim, y todos los monstruos de la Tierra, esperan tus palabras. [...] Nos gustaría saber de ti su significado [...], 200 árboles que desde el cielo se vinieron abajo [...]».
Por desgracia, los rollos están demasiado dañados, pero la dirección general del texto es evidente. Uno de los Nefilim viajó fuera de la Tierra, quizá en una Nave Espacial, en busca de Enoc.

Enoc envía a Mahway de vuelta de donde vino, prometiéndole que va a hablar a Elohim en su nombre. Por desgracia para los Nefilim, las Tablillas de Enoc enviadas a ellos, no les trajeron buenas noticias: En ellas se estipulaba que Elohim declaraba que por el libertinaje que había en la Tierra por causa de ellos, sus esposas y sus hijos, vendría una Gran Inundación que destruiría a todos los seres vivos, y los instaba a rezar para «desatar las ligaduras» que los ataban al mal.

El daño en el texto impide leer si los Nefilim rezaron o no, pero lo cierto es que ellos ya no parecen estar más en la Tierra.

Fuente Principal: Exociencias

3 comentarios:

  1. hablas de elohim en singular, no debería ser en plural: los elohim, o los que vinieron desde el cielo? Como bien dices, historia sombría. Muchas casualidades y causalidades idénticas en diferentes puntos del planeta: esculturas gigantes, obras arquitectónicas iguales en concepto piramidal, salto cuántico en cuanto a uso de herramientas que fomentaron rápido crecimiento, e historias en todas las culturas de "héroes" o "dioses" inmortales (inmortales para un mortal claro, como inmortal soy yo antes los ojos de una mosca que solo vive unas semanas). Héroes o dioses que tras un par de miles de años, desaparecieron para siempre. El caso conocido de yhwh, que parece que no vivió más de 3000 años, desde más o menos el año 4027AC hasta 1040AC, momento desde el cual, "su parcela, antigua Israel", cae en decadencia, y nunca más se supo de él. El resto todos lo conocemos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Saludos. Cuando digo "los Elohim", evidentemente uso la palabra en plural. En hebreo, la terminación IM denota pluralidad. Por lo tanto, la palabra ELOHIM es plural. El singular de ELOHIM sería ELOHA. Sin embargo, por alguna razón, en los textos bíblicos, la palabra ELOHIM aparece junto a verbos en singular.

      A mi parecer, la palabra ELOHIM podría traducirse como "EL equipo de DIOSES", o tal vez sea una referencia a la raza completa de los Elohim, como en la palabra HUMANIDAD, que es singular y plural a la vez.

      Por eso, en el Génesis se habla de los BENE HA ELOHIM (Hijos de Elohim) y las BATH HA ADAM (Hijas de Adam), que ha sido traducido en nuestras Biblias como "los hijos de Dios", y "las hijas de los hombres" (siendo ADAM el nombre de una persona singular, pero que también se usa de modo genérico para toda la Humanidad).

      Del mismo modo que ADAM es el nombre del primer Homo Sapiens, y el nombre de toda la Humanidad, ELOHIM puede ser el nombre de un ser concreto, y el de toda su raza o colectividad alienígena al mismo tiempo.

      En el caso de YEJOVÁ, YAJUVÁ, o como quiera que sea la pronunciación original de YHVH, sería el nombre que daban siempre los israelitas al jefe de los Elohim, quien quiera que fuera éste en un momento determinado.

      Yehová, entonces, era, desde el Creador del Universo mismo, hasta el jefe de los Elohim en la Tierra en un momento dado. De este modo, no importaba mucho si un Yehová moría: sería reemplazado por otro; aunque, a mi parecer, todos aquellos que fueron llamados así (Anu, Enki, Enlil, Marduk, Nannar, Ishkur...), probablemente continúen con vida.

      Para el 600 AEC, los profetas de Israel estaban anunciando, de parte del Yehová de turno, que éste estaba enojado con su pueblo, y dejaría que los babilonios destruyan Jerusalén y su Templo, profecía que se cumplió en los años siguientes.

      Según el filólogo Zecharia Sitchin, en esa época, los Anunnaki decidieron abandonar la Tierra, o al menos, desaparecer de la vista de los humanos, dejando que la Humanidad se desarrolle sola. Pero, tanto en la cultura hebrea como en las demás culturas, Elohim (tómalo como plural o singular) prometió volver...

      Eliminar
  2. Buen aporte Xentor; una vez más: ¡Felicitaciones!

    ResponderEliminar